miércoles, 14 de enero de 2015

La Descendencia de Caín Capítulo 5 del Génesis


Los descendientes de Caín

CAPÍTULO V

 

Éste es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.

¿En qué nos hizo Dios semejantes a Él? Sin duda en la capacidad de amar ya que Dios es amor y el ser humano es capaz de amar. No dice que a su imagen y si lo dijera haría referencia a que posee medios para ver, comunicarse, escuchar, y actuar.

 

 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán el día en que fueron creados.

Aquí cuando se habla de hombres se refiere a hombre y mujer. Se reitera que Dios hizo únicamente dos sexos: varón y hembra, claramente diferenciados y los bendijo, de manera que todo aquello que se sale de esto no es obra ni voluntad de Dios, sino que va en contra y todo lo que va contra el querer de Dios es de origen satánico, y no está bendecido por Dios, y en consecuencia, está maldito.

 

Algunos teólogos modernistas han tratado de infundir una herejía luciferina, según la cual Dios es “Padre y Madre”, y con esas palabras lo proclaman en la misa, basándose en los anteriores versículos. Afirman que si los creó varón y hembra y si fueron hechos a su imagen y semejanza es porque Dios es a la vez: Padre y Madre o que existe una Diosa, aún no revelada, es decir: una cuarta persona en vez de la Santísima Trinidad. Pero en el verso uno no dice que a imagen suya, sino solo a semejanza suya.

 

Pero Jesús dice que, en el cielo, todos seremos como ángeles y no habrá matrimonios. Esa herejía de Dios Padre y Madre, procede de la masonería que pretende identificar a Dios con Lucifer que es representado como un ser andrógino que ellos adoran en sus rituales satánicos. De esas iglesias, claramente infiltradas por esta peligrosa secta anticristiana, los católicos deben salir y deben buscar párrocos que estén con la tradición milenaria y no con esas ideologías que buscan ganar como prosélitos a los grupos feministas, a las comunidades LGTB, entre otros grupos.

 

 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.

 

Este versículo también es usado para reforzar la idea de un Dios andrógino.

Podemos inferir que la longevidad que será la característica diferencial entre los primeros hombres registrados en la Biblia puede ser el resultado de vivir en un ambiente mucho más propicio que les permitía alcanzar edades muy avanzadas. Las enfermedades irán apareciendo con el tiempo, a medida que el contacto entre las personas vaya produciendo bacterias y virus dañinos para la salud. Esta postura de la aparición progresiva de las enfermedades mortales sería una explicación a la longevidad de los patriarcas.

 

Esta hipótesis podría tener como base los estudios preliminares acerca de la posibilidad de manipular el genoma humano, para alargar la vida, eliminando genes a partir de los cuales se desarrollan ciertas enfermedades mortales, así que sí es posible que una persona viva mucho más tiempo del que vive actualmente, y pudo haber sido así, tal como lo narra la Biblia.

 

Sin embargo, hay quienes consideran que los nombres de los patriarcas no son de personas sino de clanes que durarán integrados hasta que alguno de los hijos mayores decida separarse físicamente del clan principal. En consecuencia, el clan de Adán duró 130 años hasta que Set fundó un nuevo clan, independiente.

 

También podríamos afirmar que las cuentas del tiempo en épocas remotas fueron diferentes, de manera que un año del pasado no sería igual al de nuestro calendario actual, pero todo son conjeturas

 

 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set ochocientos años, y engendró hijos e hijas.

 

Como dice el texto, Adán engendró hijos a hijas que no son destacados como Set, como Caín o Abel, de manera que en casi un milenio fueron cientos de miles de hijos e hijas, los que debió engendrar Adán, pero solo se habla de tres principales que serían los líderes que fundaron comunidades o clanes, con otros miembros de la comunidad.

 

 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años, y murió.

En la actualidad, los resultados de diversos estudios y experimentos con el genoma humano, demuestran que, de aplicarse la tecnología adecuada, un hombre podría llegar a vivir joven y saludable por varios siglos, mediante técnicas de manipulación, eliminación y sustitución de genes que producen el envejecimiento y muerte celular y enfermedades congénitas. A estas conclusiones puede llegarse en virtud de los avances en bioingeniería. Hoy, gracias al descubrimiento de los sistemas CRISPR[1] con base en los cuales se han creado herramientas de edición genética como el CRISPR/Cas9, con la cual se puede alterar el ADN de cualquier ser vivo, modificando, eliminando o sustituyendo genes, se infiere que puede eliminbarse o modificarse el que produce el envejecimiento y los que propician el cáncer y otras enfermedades mortales, y creando mecanismos de defensa que destruyen el material genético nocivo. Sobre este tema ahondaremos cuando analicemos el capítulo once.

 

Lo anterior nos muestra que, en épocas pretéritas, en ausencia de virus y bacterias nocivas para la salud, que se han venido desarrollando a lo largo de la historia, el hombre pudo ser muy longevo, dado que no se habían desarrollado las enfermedades que derivan de dichos microorganismos, que son las causas de la muerte de personas y animales, por lo que la edad atribuida a Adán y a los primeros hombres puede no ser algo muy preciso y no algo figurado.

 

Sin embargo, reiteramos que el texto mismo puede estar haciendo referencia, no a hombres solamente sino a tribus; es decir: Adán que significa en hebreo “humanidad”, es el nombre el fundador de un primer clan y cada hijo suyo, que se nombra, es a la vez fundador de otro clan, y por eso no se menciona a todos los hijos que pudieron nacer de este hombre o de este clan, sino que únicamente se alude a aquellos que fueron notables por su liderazgo y capacidad para organizar nuevas sociedades, lo cual explicaría, por qué Caín pudo fundar una ciudad: porque Caín, no era solo un hombre sino también el nombre del clan que fundó.

 

 Y vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós.

Enós funda su tribu 105 años después y procede de la de Set.

 Y vivió Set después que engendró a Enós ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.

 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años, y murió.

 

La larga vida de Set y de los que le siguen se muestra como una prueba del argumento anterior, según el cual cada nombre es el del fundador de un clan, y la existencia de su tribu son los años que se atribuyen a ese hombre. Esto queda certificado cuando se dice que engendró hijos a hijas que no son relacionados en el relato. Los descendientes que le siguen se presentan de la misma manera.

 

 Y vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.

 10 Y vivió Enós después que engendró a Cainán ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.

 11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años, y murió.

 12 Y vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel.

 13 Y vivió Cainán después que engendró a Mahalaleel ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.

 14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años, y murió.

 15 Y vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared.

 16 Y vivió Mahalaleel después que engendró a Jared ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.

 17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años, y murió.

 18 Y vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.

 19 Y vivió Jared después que engendró a Enoc ochocientos años, y engendró hijos e hijas.

 20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años, y murió.

 21 Y vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.

 22 Y caminó Enoc con Dios después que engendró a Matusalén trescientos años, y engendró hijos e hijas.

 23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.

 24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.

 

Hasta aquí no hay un cambio en lo que se dice, salvo la cantidad de tiempo que duró cada hombre, clan o tribu. El caso de Enoc es diferente ya que se dice que caminó con Dios que se lo llevó. Enoc así se constituye en un hombre muy importante, pues es el primero asunto al cielo en cuerpo y alma. En este caso ese nombre hace referencia solo a un hombre. Pero, si se refiere a un clan, cuando se dice que no murió, podríamos pensar que quizá el clan de Enoc emigró del planeta a otro volando. En el libro de Enoc, este narra cómo volaba sobre la tierra, con la ayuda de un ángel y hace una descripción sobre ella que los terraplanistas[2] han tomado como base de sus argumentos, pero este libro no está en el canon de la Biblia, de manera que no podemos ir más allá.


El libro apócrifo de Enoc (no falso, sino no canónico, es decir: no admitido en el canon bíblico) se narra su papel en la condena de los vigilantes, o ángeles rebeldes, que conociendo la divinidad de Dios y la profundidad del bien y del mal con todos sus secretos, no tienen perdón, porque sabiendo la magnificencia de Dios y la realidad de la eternidad, desobedecieron y propagaron la maldad en el hombre, adrede, para hacer daño a la obra de Dios en donde "todo era bueno". 

 

El relato de este capítulo continúa así:

 

 25 Y vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.

 26 Y vivió Matusalén después que engendró a Lamec setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.

 27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años, y murió.

 28 Y vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;

 29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Yahvé maldijo.

 

Lamec afirma que Dios maldijo la tierra, pero en realidad no fue así. La maldición surge espontáneamente y se origina en el pecado; reiteramos que lo que hace Dios es mostrarnos cómo maldecimos su obra y nos maldecimos a nosotros mismos, cada vez que actuamos mal, sobre todo, cuando es de manera intencional. No es que el texto esté equivocado sino que Lamec considera que Dios maldijo a la tierra, y ese es el origen de la idea judía de un Dios implacable, que Jesús vino a desvirtuar. En efecto, esta manera de ver a Dios como un ser inclemente, vengativo y castigador va a ser refutada por Jesús, el mismo Dios, que afirmó que Dios es amor y lo probó al morir en la cruz de manera tan infame, por delitos que no cometió, para que todos nos salváramos del castigo que merecemos por nuestros innumerables pecados, ofensas, omisiones y negligencias.

 

 30 Y vivió Lamec después que engendró a Noé quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.

 31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años, y murió.

 32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.

 

El caso de Noé parece diferente, si tomamos como algo literal el relato del diluvio, pero más adelante vamos a develar cómo en el Génesis se juega algunas veces con figuras que representan clanes, tribus e incluso naciones, y otras veces son personajes singulares, reales y aun ficticios, que son imagen o figura de grupos humanos de determinadas características.



[1] Los CRISPR-Cas o “repeticiones palindrómicas cortas agrupadas  y regularmente interespaciadas”, son sistemas de defensa fundamental de las bacterias y las arqueas contra los virus, que constituyen el único mecanismo de defensa procariótico con capacidad adaptativa y que se transmite a la descendencia. Al conllevar un registro de infecciones en el genoma, permite reconocer y, eventualmente, destruir el material genético de invasores reincidentes.

Disponible en: https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/los-orgenes-de-crispr-716/el-descubrimiento-del-sistema-crispr-cas-15646

[2] Grupo de personas que cuestionan la redondez de la tierra con base en distintos argumentos y aseguran que es redonda, pero no esférica sino plana, como la imagen del mapa del escudo de la ONU.