jueves, 16 de enero de 2020

ANÁLISIS DEL CAPÍTULO 25 DEL GÉNESIS


ANÁLISIS DEL CAPÍTULO 25
Otros hijos de Abraham. Su muerte
1  Abraham había tomado también otra mujer, llamada Cetura, 2) la cual le parió a Zamram, a Jecsán, a Madán, a Madián, a Jesboc y a Sué. 3) Jecsán engendró a Saba y a Dadán. Los hijos de Dadán fueron Assurim, Latusim y Leomim. 4) De Madán nacieron Efa, Ofer, Enoc, Abida y Eldaa: todos éstos descienden de Cetura. 5) Y dio Abraham toda su herencia a Isaac: 6) bien que hizo grandes donativos a los hijos de las otras mujeres secundarias, y los separó, viviendo aún él mismo, de su hijo Isaac, enviándolos hacia la parte oriental.
En estos versos vemos la justificación bíblica del mayorazgo que fue una figura legal, que se impuso en el mundo cristiano medieval, mediante la cual los padres daban todo su patrimonio al hijo mayor de su matrimonio y a los demás les dejaba prácticamente subordinados a aquel; esto ocasionará un conflicto entre los nietos de Abraham y persistirá esta tradición que llegó a  ser en la práctica una figura legal, hasta el advenimiento del nuevo régimen durante las revoluciones liberales del siglo XVIII y XIX. El mayorazgo tenía una función integradora de la familia, el clan y la tribu, en donde se adoptarían diversas formas de reclamar el derecho a la jefatura de las mismas. Si se repartía la herencia entre todos los hijos, cada uno formaría una familia aparte, un nuevo clan o una tribu y probablemente se disgregarían con el paso del tiempo, tornándose en enemigos: así ocurrió entre los descendientes de Isaac, y, también por eso todos tenemos parientes de los cuales no sabemos nada; la estructura familiar originaria colapsó por muy diversos motivos que no consideraremos aquí, pero que tienen que ver con el protestantismo y la consecuente desacralización del sacramento del matrimonio indisoluble y advenimiento del destructivo divorcio y atomización de la familia.
Finalmente, fueron los días de la vida de Abraham ciento setenta y cinco años. 8) Y llegando a faltarle las fuerzas murió en buena vejez, de avanzada edad y lleno de días, y fue a reunirse con su pueblo. 9) Y sus dos hijos, Isaac e Ismael, le sepultaron en la cueva doble, situada en el campo de Efrón, hijo de Seor Heteo, enfrente de Mambre, 10) que había comprado a los hijos de Het: allí está sepultado él y Sara, su esposa.
Descendencia de Ismael
   12 He aquí los linajes de Ismael, hijo de Abraham y de Agar, egipcia, sierva de Sara: 13) y éstos son los nombres de sus hijos, con los cuales fueron llamados sus descendientes. El primogénito de Ismael fue Nabaiot, en seguida Cedar, Adbeel Mabsam. 14) Masma, Duma, Massa 15) Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedma.
16) Éstos son los doce hijos de Ismael, y tales los nombres que dieron a sus castillos y ciudades. Ellos vinieron ser como doce príncipes, cada cual de su tribu.
   17 Y los años de vida de Ismael fueron ciento treinta y siete, y debilitándose más y más, murió, y fue a reunirse con su pueblo.  18 Y habitó y pobló el país desde Hévila hasta Sur, desierto que mira a Egipto cuando uno entra en Asiría, y murió en medio de todos sus hermanos.
Esaú y Jacob, gemelos
   19 Asimismo, he aquí cuál fue la descendencia de Isaac, hijo de Abraham: engendró Abraham a Isaac. 20) El cual, siendo de cuarenta años, casó con Rebeca, hija de Batuel, siro de la Mesopotamia, y hermana de Labán. 21) Hizo Isaac muchas plegarias al Señor por su mujer, porque era estéril, y el Señor lo oyó, dando a Rebeca virtud de concebir. 22) Pero chocaban entre sí o luchaban en el seno materno los gemelos que concibió; lo que le hizo decir: Si esto me había de acontecer, ¿qué provecho he sacado yo de concebir? Y fue a consultar al Señor. 23) El cual le respondió, diciendo: Dos naciones están en tu vientre, y dos pueblos saldrán divididos desde tu seno en que están ahora, y el un pueblo sojuzgará al otro pueblo, y el mayor ha de servir al menor o más joven. 
Con estas palabras Dios profetiza lo que será la confrontación entre los pueblos semitas: árabes e israelíes.
24) Llegado ya el tiempo del parto, he aquí que se hallaron los dos gemelos en su vientre. 25) El que salió el primero era rubio y todo velludo, a manera de un pellico, y fue llamado Esaú. Saliendo inmediatamente el otro, tenía asido con la mano el talón del pie del hermano, y por eso se le llamó Jacob. 26) De sesenta años era Isaac cuando le nacieron los niños.
En efecto, la profecía de Dios se cumple en la rivalidad que hay entre los semitas que serán en realidad tres ramas. Dado que Esaú era rubio y velludo, se infiere que probablemente los judíos asquenazí son en realidad los descendientes de Esaú que emigraron hacia el Cáucaso en inmediaciones del mar Caspio y de allí se extendieron por Europa del Este, mezclándose con pueblos germanos y eslavos; los árabes son descendientes de Ismael y los israelitas de Jacob: de estos últimos descenderán las doce tribus, diez de las cuales se propagarán por toda la tierra. De los hijos de Judá proceden los mizrajim que permanecieron en la región y los sefarditas son los que emigraron a España tras la destrucción de Jerusalén por las legiones del emperador Tito en el año 70.
27 Así que se hicieron grandes, Esaú salió diestro en la caza y hombre del campo; Jacob, al contrario, mozo sencillo, habitaba en las cabañas. 28) Isaac amaba a Esaú, porque gustaba comer de sus cacerías, y Rebeca quería más a Jacob. 29) Había un día guisado Jacob cierta menestra o potaje: cuando Esaú, que volvía fatigado del campo, se llegó a él 30) y le dijo: Dame de esa menestra roja que has cocido, pues estoy sumamente cansado. Por cuya causa se le dio después el apellido de Edom. 31) Díjole Jacob: Véndeme tus derechos de primogénito.  32) Respondió él: Yo me estoy muriendo, ¿de qué me servirá ser primogénito? 33) Pues júramelo, dijo Jacob. Esaú se lo juró, y vendióle el derecho de primogenitura. 34) Y así, habiendo tomado pan y aquel plato de lentejas, comió, y bebió, y marchóse, dándosele muy poco de haber vendido sus derechos de primogénito.
Lo que hace Jacob con su hermano es censurable; se aprovecha de su necesidad y eso forjará en parte el carácter del pueblo de Israel: un pueblo ambicioso que hará lo que sea por el poder, conseguirá la bendición, pero no cumplirá su pacto con Dios y será infiel, hasta colmar la paciencia del Eterno y perderá, por ello su derecho, a favor de las demás naciones.
Esaú representa al hombre materialista que se preocupa más por trabajar y conseguir el sustento y no le da importancia a lo espiritual, que está representado en la primogenitura que vende por un plato de comida. Solo le interesa satisfacer sus necesidades materiales y eso le costará conseguir el mayor bien que es la bendición de Dios, representada en la primogenitura, ya que esta es nada menos que la herencia de todo el patrimonio del padre.
Para el presente y el futuro de la humanidad, la población mundial está representada por Esaú y Jacob representa al sionismo internacional que tiene el monopolio de la producción de alimentos. Lo que hace Jacob con su hermano es lo que pretenden las multinacionales como Monsanto con la humanidad: someterla a su total dominio para apropiarse de todo el patrimonio, es decir de todos los recursos del planeta que son la bendición que Dios nos ha dejado a todos; no a unos pocos. Es llamativo que el nombre del patriarca Jacob sea el mismo de uno de los magnates Rothschild que está detrás de todo el plan de dominación global. La masonería exigirá al mundo esclavizado, renunciar a la religión, como exigió Jacob a Esaú renunciar a su bendición, a cambio de alimentos. En eso consiste el nuevo orden mundial liderado por la secta luciferina de la judeomasonería, en que acojamos una nueva religión, ecuménica, pero sin Dios.[1]  
Para la vida personal, la enseñanza es que muchos de nosotros nos ocupamos de lo material y finito, y descuidamos los bienes que Dios nos ofrece y que son para la eternidad.


[1] Secta asquenazí, no semita, que usurpa al judaísmo ortodoxo, pero que en realidad adora a Lucifer y persigue a la iglesia católica para destruirla mediante el comunismo y la combinación de todas las formas de lucha como la revolución cultural neo-marxista y sus armas que esgrime desde la dictadura de la ONU: feminismo, ecologismo, animalismo, indigenismo e ideología de género, entre otras, y que se pueden estudiar analizando los ODS o agenda 2030.

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