viernes, 10 de enero de 2020

ANÁLISIS DEL CAPÍTULO 13 DEL GÉNESIS

ANÁLISIS DEL CAPÍTULO 13
Separación de Abram y Lot
1  Salió, pues, Abram de Egipto, con su  esposa, y todo lo que tenía, y Lot con él, tirando hacia la región meridional. 2) Y estaba riquísimo en caudal de oro y plata. 3) Y volvióse por el camino que había traído, del mediodía hacia Betel, hasta el lugar en donde primero tuvo asentada su tienda, entre Betel y la ciudad de Hai, 4) al sitio del altar que antes había hecho, y allí invocó el nombre del Señor.
Nótese que para invocar el nombre del Señor es necesario hacerlo frente al altar; de otra manera quizá no sea el Señor quien se manifieste.
   5 Pero también Lot, que andaba en compañía de Abram, tenía rebaños de ovejas, y ganados mayores, y cabañas o tiendas. 6) Ni podían caber en aquel terreno, viviendo juntos: porque su hacienda era mucha, y no les era posible en un mismo lugar. 7) De donde vino a suscitarse una riña entre los pastores de los ganados de Abram y los de Lot. Y el cananeo y el fereceo moraban a la sazón en aquella tierra.
8) Por lo que dijo Abram a Lot: Ruégote no haya disputa entre nosotros, ni entre mis pastores y los tuyos: pues somos hermanos. 9) Ahí tienes a la vista toda esta tierra: sepárate de mí, te ruego: si tú fueres a la izquierda, yo iré a la derecha: si tú escogieres la derecha, yo iré a la izquierda.
Nótese que en el verso 8, Abram dice a Lot: Ruégote no haya disputa entre nosotros, ni entre mis pastores y los tuyos: pues somos hermanos.” Recordemos que ello no son hermanos, sino tío y sobrino. Este versículo será muy importante para la apologética católica, porque los protestantes suelen afirmar que Jesús tenía hermanos, con el único objetivo de cuestionar la pureza de María, lo cual es una postura anticristiana porque todo lo que viene de Dios es puro, porque Jesús es Dios y Dios para hacerse hombre no iba a escoger un lugar impuro ni un vientre manchado por el pecado; tampoco Podría ser mancillado después porque José era un hombre justo y no iba a profanar el lugar en donde se formó Dios como ser humano; el vientre de la Santísima siempre Virgen María.
Cuando se hable de los presuntos hermanos de Jesús, habrá muchos versículos para refutar. Veremos que Santiago, Juan, José y Judas, eran simplemente primos de Jesús y no hermanos suyos como pretenden interpretaciones erróneas. Veamos lo que dice la Biblia al respecto.
“Entonces la madre de Santiago y Juan se acercó con sus hijos a Jesús y se arrodilló para pedirle un favor. Jesús le dijo: “¿Qué quieres?”. Y ella le respondió: “Aquí tienes a mis dos hijos.” (Mateo 20:20 )
Este versículo demuestra que María la madre de Santiago y Juan, no era la misma madre de Jesús y que solo tenía a esos dos hijos varones: Santiago el Mayor y Juan, llamados los hijos del pescador Zebedeo, socio de Pedro.
Veamos otro episodio acaecido en el monte del Calvario. Según el texto, había unas mujeres lejos del sitio y dice que “Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.” (Mateo 27: 56) Esta María, madre de Santiago y de José, no es la misma madre de Santiago y de Juan, ya que es esposa de Alfeo o Cleofás: su hijo Santiago es el Menor. Esto prueba que había dos Marías, además de la Virgen María, madre de Jesús.
Esta María, madre de Santiago el Menor y de José, tampoco es madre de Jesús; si lo fuera diría, en el lenguaje arameo: “estaban su madre y sus hermanos Santiago y José”, pero no dice eso; solo menciona a los únicos hijos de ella que eran los dos mencionados. Ya tenemos que la madre de Santiago el Menor y José, y la de Santiago el Mayor y Juan se llamaban María también, y ninguna de ellas era la madre de Jesús.
En el Evangelio de San Marcos que narra lo que sucedía en el momento de la crucifixión, cuando junto a la cruz solamente estaba la Virgen María con su sobrino San Juan; María Magdalena hasta ahora venía a ver al Señor, y, por eso, estaba a la distancia con las otras dos Marías, porque dice.
“Había unas mujeres que miraban de lejos, entre ellas María Magdalena, María madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé.” (Marcos 15: 40)  Aquí se aclara, todavía más, que la madre de Santiago el menor y de José es distinta a la madre de Santiago el Mayor y Juan que se llamaba María Salomé. No pone el nombre de María a esta, sino el segundo para distinguirla de la otra María. En el texto de Juan 20:20, que vimos antes, sí dice su primer nombre. La explicación a la existencia de varias Marías es sencilla: hoy hay muchos tocayos en el mundo y aún en las mismas familias, y nombres que se ponen de moda y proliferan en determinadas épocas y lugares. María era el nombre preferido entre las mujeres hebreas. Miremos lo que dice San Juan sobre el mismo episodio.  
“Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús al ver a su madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Después dijo al discípulo. “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa.” (Juan 19: 25-27)
Queda más claro todavía que la esposa de Cleofás o Alfeo se llamaba María Salomé y era tía de Jesús y por eso a Santiago y Juan los llamaban hermanos de Jesús, como Abraham llamó “hermano” a su sobrino Lot. Si Juan fuera hijo de la Virgen María, Jesús no habría tenido que pedirle que la acogiese como su madre para velar por ella. Si Jesús hubiese tenido hermanos, no habría entregado su madre al cuidado de un primo, porque daría por descontado que sus hermanos la cuidarían. Sentido común.
El otro presunto hermano de Jesús es Judas Tadeo que era hijo de Santiago el Mayor según él mismo escribe así: “Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago:”, con lo cual da por descontado que sea hermano de Jesús. No se sabe si su padre era el apóstol Santiago o si había otro Santiago entre los parientes de Jesús. Simón, el cananeo tampoco podría ser hermano de Jesús ya que, como su nombre lo indica era natural de Caná según Marcos 3:18 en donde menciona a los doce apóstoles.
En cuanto al dogma de la virginidad perpetua de María, la madre de Jesús veamos lo que enseñó la Biblia a José, el esposo de María y a ella misma para consagrar su virginidad perpetua.
"Me volvió después hacia el pórtico exterior del santuario, que miraba a oriente. Estaba cerrado. 2. Y Yahveh me dijo: Este pórtico permanecerá cerrado. No se le abrirá, y nadie pasará por él, porque por él ha pasado Yahveh, el Dios de Israel. Quedará, pues, cerrado. 3. Pero el príncipe sí podrá sentarse en él para tomar su comida en presencia de Yahveh. Entrará por el vestíbulo del pórtico y por el mismo saldrá." (Ezequiel 44: 1-4)

El pórtico cerrado por donde pasó Dios enseñó tanto a José, que era un varón justo, como a María, por medio de esta figura literaria, que si Dios pasó por ahí, nadie más podrá hacerlo sin ofender gravante a Dios. El vestíbulo del pórtico en donde el príncipe toma su alimento representa al vientre de María en donde Jesús que es el Príncipe se alimentó nueve meses antes de nacer.  Y como Jesús es Dios, entró y salió de la misma manera que entró y salió del cenáculo, cuando se apareció allí a sus discípulos, estando las puertas y ventanas selladas.
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. (Juan 20:19) También se encuentra en Mateo. 28.16-20; Marcos. 16.14-18; Lucas. 24.36-49)
  
Continuamos con el episodio de Abraham y Lot.
   10 Lot, pues, habiendo alzado los ojos, miró toda la ribera del Jordán, por el camino que va a Segor, la cual era de regadío por todas partes; y, antes que asolase el Señor a Sodoma y Gomorra, fecunda como un paraíso del Señor, y como el feraz Egipto. 11) Y escogió Lot para sí la vega del Jordán, y apartóse del Oriente: y separáronse entrambos hermanos uno de otro;
El verso 11 vuelve a demostrar que la palabra sobrino, tío y primo, no existían en la lengua aramea que hablaron Jesús y Abram, y vuelven a llamar “hermanos” a Abraham y a su sobrino Lot.
12) Abram se quedó en la tierra de Canaán, y Lot se quedó en los lugares adyacentes al Jordán, y fijó su morada en Sodoma. 13) Mas los sodomitas eran perversísimos, y muy grandes pecadores a los ojos de Dios.
En el verso 13 ya se identifica a los sodomitas (homosexuales) como personas pervertidas, es decir que tienen una enfermedad mental obsesiva que les lleva a adoptar conductas sexuales contra natura.
Lamentablemente a partir de 1968, con la revolución sexual y cultural anticristiana, y con el apoyo de la ONU, ahora enteramente en manos de la masonería, se ha eliminado el homosexualismo de la lista de enfermedades mentales, y se ha desarrollado un programa para establecer en la Educación de todo el mundo, y por medio de la UNESCO, la ideología de género como parte de la enseñanza obligatoria en escuelas, colegios y universidades; eso está contemplado en la agenda 2030 dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La sociedad dominada por la propaganda masiva a favor de las comunidades LGBT, en todos los medios de comunicación, ya no los considera perversos ni pecadores, antes se les alaba, impulsa y patrocina por medio de la propaganda introducida en las telenovelas, el cine, la farándula, y creando y usando ídolos de la música abiertamente homosexuales, futbolistas y políticos que deben sus carreras a este compromiso de hacer una revolución cultural para homosexualizar al mundo.
Y para que la desvergüenza de esta gente deje de ser rechazada por la mayoría de la gente, se organizan, en todo el mundo, las famosas “marchas del orgullo gay”, incluso en la ciudad santa de Jerusalén, financiadas por el lobby gay de la ONU que es una de las garras de la masonería, como ya lo dijimos.
Para señalar que el mundo les aprobará, dice la Palabra de Dios que eran muy grandes pecadores a los ojos de Dios. De donde se colige que para la gente de aquel tiempo eso era normal, como lo es ahora para la mayor parte de la gente de nuestra generación, imbuida de perversidad, como la de aquel tiempo.
   14 Y dijo el Señor a Abram, después que Lot se separó de él: Alza tus ojos, y mira desde el sitio en que ahora estás hacia el Norte y el Mediodía, hacia el Oriente y el Poniente. 15) Toda esa tierra que ves, yo te la daré a ti y a tu posteridad para siempre. 16) Y multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra: si hay hombre que pueda contar los granitos de polvo de la tierra, ése podrá contar tus descendientes.
Esta declaración de Dios se cumple a cabalidad con la cantidad de personas que siguen las religiones judeocristiana y musulmana que tienen como iniciador a Abraham, el padre de la fe.
17) Levántate, y ve corriendo ese país a lo largo, y a lo ancho, porque a ti he de dártelo. 18) Abram, pues, removiendo su pabellón, se puso en camino, y fue a morar junto al valle o encinar de Mambre, que está al pie de la ciudad de Hebrón, y edificó allí un altar al Señor.
Aparece de nuevo la imagen del altar al Señor como señal de una iglesia que nace de la comunicación de Abram con Dios. Un signo importante para discernir cuál es la Iglesia verdadera; iglesia sin altar, no puede invocar ni adorar a Dios eficazmente.

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